
Mi nombre es Oriana y soy una sobreviviente de cáncer de ovario de células pequeñas tipo hipercalcémico. Cuando fui diagnosticada en 2011, había una abrumadora falta de información, y sobrevivir parecía imposible. El camino para encontrar una terapia curativa para las numerosas recurrencias fue tumultuoso, requiriendo una inversión significativa de recursos personales, familiares y financieros, así como suerte.
Sin una guía clara, todo era ensayo y error, sin evidencia en la que basarse. Esta es una enfermedad muy agresiva que afecta a mujeres muy jóvenes. No debería ser cuestión de suerte, sino de evidencia, el tratamiento correcto en el momento adecuado, permitiendo la mejor supervivencia posible y calidad de vida. A través de los biobancos, tenemos la posibilidad de ayudar a la comunidad de pacientes y a los futuros pacientes al permitir más investigación que pueda llevar a mejores terapias, asistir en el acceso a ensayos clínicos y mejorar la prevención y la detección temprana.
Hace unos años, tuve la oportunidad de contribuir con mi historia clínica y muestras biológicas. El proceso fue muy simple y gratuito. A través de la comunidad de cáncer de ovario de células pequeñas en Facebook, contacté al equipo de coordinadores del biobanco en Canadá. Me ayudaron a completar la información. No estaba segura acerca de algunos detalles, así que tuvimos una videollamada en la que me explicaron cómo recolectar las muestras de sangre. Me enviaron la guía y los viales necesarios para la recolección. Elegí un laboratorio en mi ciudad y les expliqué mi propósito. Fue rápido y espero que este pequeño gesto permita que la investigación ayude a más pacientes. Animo a pacientes y sobrevivientes a hacer esto para avanzar en la ciencia y devolver la esperanza a muchos pacientes y familias.